01 noviembre 2025

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SEDE DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA DE LANÚS


9 de Julio 22122 - Lanús Este
Teléfono: 1160601745


                                 Supervisores de la Enseñanza Artística

ÁREA

SUPERVISORES

ATENCIÓN AL PÚBLICO

1

Alicia Ipiña

Viernes 10 a 13 hs.

2

Dionisio Pérez

Viernes 09 a 12 hs.


NOVEDADES 2025




 

17 septiembre 2025

17 de Septiembre: Día del Profesor

 

𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄: 𝐋𝐀 𝐏𝐀𝐋𝐀𝐁𝐑𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐀𝐁𝐑𝐄 𝐏𝐔𝐄𝐑𝐓𝐀𝐒


- Profe, ¿tiene un lápiz que me preste?

- Profe, me quedé sin hojas.

- Profe, mi mamá me dijo que le diga que no tiene plata para los materiales.

- Profe, me ayuda con el dibujo.

- Profe, ¿tiene algo para comer? Hoy no comí.

- Profe, ¿por qué hacen paro?

- Profe, adóptame.

- Profe, ¿quiere pancito casero, lo hizo mi abuela?

- Profe, mi papá le pega a mi mamá.

- Profe, me fui a vivir con mi tía.

- Profe, ¿qué te pasa hoy? No estás content@ como siempre.

- Profe, ayer me robaron.

- Profe, voy a dejar la escuela, necesito trabajar para mantener a mi bebé.

- Profe, ayer no pude venir porque tenía que cuidar a mi hermanito.

- ¡Papá!, digo, profe.

- ¡Ma!, digo, profe.

- Profe, afuera me están esperando unos pibes que me quieren pegar.

- Profe, con la lluvia no pude salir de casa.

- Profe, mi mamá no tiene para el colectivo.

- Profe, murió mi papá.

- Profe, ¿por qué faltaste?

- Profe, queremos que vuelvas, te extrañamos.

- Profe, ¿viste lo que le pasó a… ?

- Profe, mañana te traigo todos los trabajos.

- Profe, me van a cambiar de escuela pero no quiero.

- Profe, ¿podemos hablar del amor?

- Profe, mi novia me dejó.

- Profe, ayer te vi caminando.

- Profe, me fui de mi casa.

- Profe, mis viejos se pararon.

- Profe, los míos también se separaron, pero siguen viviendo juntos y se pelean todo el tiempo.

- Profe, ¿te vamos a tener el año que viene?

- Profe, lo siento, me sarpé.

- Profe, ese boludo se anda haciendo el malo, lo voy a matar a piñas.

- Profe, nadie me cree.

- Profe, tengo un problema.

- Profe, tengo miedo.

- Profe, ¿militás?

- Profe, ¿a quién vas a votar?

- Profe, relajate.

- Profe, ¿nunca te peleaste con tus papás?

- Profe, le dije a mis viejos que soy gay y se enojaron.

- Profe, ¿tiene hijos?

- Profesor, mire la foto de mi nietita.

- Profe, tengo un secreto que duele.

- Profe, tengo mala conectividad.

- Profe, ¿lo puedo ayudar?

- Profe, ¡me encanta su clase!

- Profe, gracias.

- Profe, te quiero.

- Chau profe.

- Profe..., Profe..., Profe...

Cada “profe” no es solo un llamado: es un intento de existir frente a alguien que escucha. En esa palabra caben la súplica, la confianza, la rabia, la ternura y la búsqueda de un lugar en el mundo. Porque cuando un estudiante dice “profe, te quiero”, no habla solo del afecto hacia una persona, sino de la urgencia de que alguien los abrace con su mirada, de que los escuchen, de que la escuela sea todavía refugio y compañía en medio de tanto ruido y tanta herida.

Ese “profe” que parece tan simple, en realidad es una puerta entreabierta: a veces se asoma el hambre, otras la soledad, otras un gesto de amor o una chispa de humor que salva el día. Y el aula, que a veces parece frágil y desbordada, se vuelve entonces el único lugar donde todavía se puede pedir ayuda sin vergüenza, donde todavía hay tiempo para hablar del amor, para llorar una ausencia o para inventar un futuro distinto.

Aulas desbordadas de estudiantes y sentimientos; donde, a veces, el tiempo no alcanza para enseñar y las urgencias de los alumnos que se llevan por delante la planificación de la clase. Sin embargo, ahí también ocurre el aprendizaje: en medio del ruido, de las interrupciones y de los dolores compartidos, la escuela enseña y aprende de otras maneras, con la vida misma entrando por la puerta.

Quizás, en el fondo, cada “profe” es una manera de decir: mírame, estoy acá, no me dejes solo. Y cuando alguien responde con paciencia, con ternura o simplemente con presencia, esa palabra se convierte en algo mucho más grande: en la certeza de que no todo está perdido. Porque, a pesar de los obstáculos, del cansancio y de las dificultades que atraviesan la docencia, sigue siendo posible abrir un espacio donde la esperanza encuentre un lugar para quedarse.

 

¡FELIZ DÍA PROFES!